Internetik, fororik eta perretxikoak argazki bakar batekin identifikatzen zituen aplikaziorik ez zegoen garai batean, ia altxorra zen mikologia-liburu bat edukitzea. Horrela hasi ziren Galdakaoko Barrengorri Mikologia Elkartearen lehen urratsak, duela berrogeita hamar urte: orrialde horixken artean, lupak eta ibilaldi luzeak inguruko mendietan. Aitzindari haiek, naturarekiko jakin-minak eta errespetuak bultzatuta, fungi munduarekiko benetako ezagutza- eta pasio-eskola bihurtu zuten beren zaletasuna.
En una época en la que no existían internet, ni foros, ni aplicaciones que identificaran setas con solo una fotografía, “tener un libro de micología era casi un tesoro» confiesa Jose Mari Mintegi, uno de los primeros socios de la Sociedad Micológica Barrengorri de Galdakao con los que Kronika Berria ha conversado con motivo del aniversario del grupo, el otro es Jose Mari Zarraga. Así comenzaron los primeros pasos de este grupo galdakoztarra hace ya cincuenta años, entre páginas amarillentas, lupas y largas caminatas por los montes cercanos. Aquellos pioneros, movidos por la curiosidad y el respeto hacia la naturaleza, hicieron de su afición una escuela de conocimiento y pasión por el mundo fungi.
En sus inicios eran treinta socios, montañeros procedentes del grupo alpino Ganguren. Con este nombre participaron por primera vez en el Agrario de Bizkaia del año 1971 y continuaron con la misma denominación hasta el año 1975, siendo subcampeones de Bizkaia y terceros en la general en 1972, para posteriormente, coronarse campeones de Bizkaia y segundos en la general en 1973. Aquellos primeros socios se formaron a base de observación, intercambio y largas jornadas en la montaña, contribuyendo a que Galdakao, junto a Tolosa, se convirtiera en uno de los principales núcleos micológicos del País Vasco.
Con el paso de los años, la sociedad acumuló un palmarés envidiable, destacando en concursos, exposiciones y encuentros, sin apenas competencia que le hiciera sombra en el ámbito de los premios y reconocimientos. Esto demuestra que la sociedad micológica de Galdakao, a pesar de haber ganado trece veces seguidas el Concurso Micológico de Bizkaia o de haber logrado tanto galardones de Euskadi como el Concurso Internacional de Tolosa en 1977 con 773 setas clasificadas, buscó reafirmarse una sociedad con fines divulgativos. Es por ello que, en el año 1987, deciden dejar de concursar para centrarse en exposiciones requeridas desde diversos municipios de Euskadi, recibiendo a su vez en 1989 el preciado galardón, Kuletro de Oro, como broche final a una larga lista de éxitos.
Aunque al principio la Sociedad Barrengorri, que ha llegado a estar formada por hasta 110 socios, se centrara en la micología, donde ha sido una de las punteras en conocimiento y divulgación, pocos años después se convirtió en impulsora y precursora de aspectos relacionados con la botánica. En 2003 dejaron atrás esta última disciplina, pero “la sociedad acogió hasta 1.000 escolares”, tal y como indica Jose Mari Mintegi, uno de sus socios pioneros. Aspecto relevante en la micología siempre ha sido estar bien informado, de lo contrario, más de uno puede llevarse un buen susto, “a la seta no hay que tenerle miedo, pero sí respeto» agrega.
Hoy, Barrengorri celebra su medio siglo de historia con orgullo, pero también con cierta preocupación debido a la falta de relevo generacional, que amenaza la continuidad de una labor clave para la divulgación y el estudio de las setas en Bizkaia. “Sin relevo generacional la Sociedad se cansa y se desgasta, es difícil», admite Jose Mari Zarraga. Aun así, su legado sigue vivo, testimonio de una época en la que la curiosidad y la amistad bastaban para levantar una sociedad que ha dejado huella en la historia micológica vasca.
El pasado 10 de octubre, la sociedad galdakoztarra ofreció una jornada de puertas abiertas para celebrar su 50 aniversario. Seguirá haciéndolo los próximos 17 y 25 de octubre, cuando tendrán lugar un lunch de hermandad con diferentes sociedades afines a Barrengorri y una comida de socios para celebrar medio siglo lleno de éxitos, respectivamente.