El cantautor galdakoztarra Pipo Perez ha publicado su primer disco en solitario. ‘Cornucopia’ es el trabajo de este artista afincado actualmente en Bilbao. Está disponible en SoundCloud y YouTube. Físico de carrera, se dedica a la investigación en el campo de la computación cuántica, “un trabajo bastante más creativo de lo que la gente podría creer, tendría que sacar la estadística, pero he conocido a bastantes músicos en la carrera”, cuenta con humor este joven que, en edad, suma “parafraseando mi tema ‘Feliz’, 28 periodos de la roca hogar”.
Hasta ahora, su recorrido musical fluía de la mano de la trompeta, a la que reconoce como instrumento principal. “Comencé hará unos trece años en la Banda Municipal de Galdakao, que poco después se convertiría en Da Capo Galdakaoko Banda. Sigo allí desde hace un tiempo ya como fliscorno. En cuanto a música más ‘eléctrica’, mi primer contacto con los escenarios fue con un grupo que montamos con unos amigos de Arrigorriaga, ‘Sugar’, también hace más de diez años. Después anduve con una romería galdakoztarra llamada ‘Omnia’. Y finalmente, en 2016 montamos ‘Mr. Pongo Band’, grupo de rock con influencias variadas y cambiantes a lo largo del tiempo, desde ska hasta jazz, pasado por rap, funk, reggae, música electrónica… Tanto cambió el grupo, que en 2020, poco después de dejarlo yo, decidieron llamarse ‘Kaserna’ y publicar el segundo disco”, explica.
Actualmente compone canciones “muy desnudas musicalmente, mi guitarra y yo a solas”, especifica. Cree que lo que puede ofrecer son sus letras, así que es a lo que más tiempo dedica. Además, ha querido mantener el disco lo más cercano a su directo posible. “Se metía conmigo Dani, el dueño del estudio Urreta Records de Galdakao, que es donde he grabado mi disco ‘Cornucopia’, me recordaba que en todo el disco solo hay un coro, ¡y dura sólo media palabra!”, añade.
Respecto a cómo surgió su interés por la música, asegura que sonará a cliché, pero no recuerda un momento de su vida en el que la música no haya sido importante. “Respecto a la música de cantautor, sin embargo, sí puedo trazar mi gusto a mis ‘gurasos’. Mi padre la escuchaba cuando era más joven. Para cuando tuve yo edad de interesarme, a mi padre se le había pasado el furor, pero mi madre se había convertido en una ávida consumidora, en especial de Silvio Rodríguez. Ahora ella lo escucha más esporádicamente, y soy yo quien lo disfruta prácticamente a diario”.
Diferencia entre canciones para hacer disfrutar «sensorialmente», bailándolas, coreándolas o apreciando sus armonías, y otras en las que lo esencial es la poesía o el mensaje. “La mayoría de la música cae en un espectro entre estos dos extremos; personalmente, no sabría decir cuál de los dos aprecio más, y mucho menos me atrevo a decir cuál es más importante”, especifica.
Como referentes musicales reclama de nuevo a Silvio Rodríguez. “Comparan mucho mi estilo con el suyo, y eso para mí es un gran honor. Cercano a lo que canto, he escuchado también mucho Sabina y mucho Krahe. Además, hay una generación de músicos entre esos tres y yo que también han crecido escuchándolos, pienso en Jorge Drexler, Rozalen, Antílopez, María Ruiz, La Otra, El Niño de la Hipoteca… que sigo de cerca. Y se inclina hacia otros géneros como punk, rock, folk y metal, que me han dado muchos buenos momentos”, narra.
Admite que también tuvo su época de escuchar rap y que ahora s encuentra en una faceta de descubriendo del pop, “siempre me había dado algo de repelús por lo producido que puede llegar a estar, pero que está lleno de gente increíblemente talentosa cuyo éxito no se debe únicamente a los billetes de las grandes compañías”. Asimismo, como músico de banda le gusta el repertorio bandístico y orquestral, música que se sigue escribiendo y grabando. “Hay propuestas mucho más allá de la zarzuela y los pasodobles, que, dicho sea de paso, también disfruto; muestra de ello es el disco que acabamos de publicar con Da Capo, compuesto por tres obras originales escritas en 2020, 2023 y 2024”, finaliza.


