Los hay de diversa índole, desde destrozos en columpios, contenedores y ascensores hasta pintadas y rotura de mobiliario urbano. Los actos vandálicos no salen gratis, repararlos costó al Ayuntamiento de Basauri, y por tanto a todos los vecinos, 82.397 euros en 2024.
La retirada de pintadas de paredes de edificios o de la carpa de Solobarria supuso un gasto de 45.800 euros y la reposición de 10 contenedores quemados 12.000. Los sufridos en baños públicos ocasionaron un coste adicional de 1.016 euros en limpiezas especiales y la reparación de roturas de vidrios en rampas mecánicas 4.260 euros.
En cuanto a la reparación de ascensores debido a esta causa, supuso un desembolso de 11.844 euros. En el parque de Bizkotxalde también se tuvo que realizar un gasto de 7.477 para colocar un nuevo suelo de seguridad y redes a causa de su mal uso.
Por todo ello, el Ayuntamiento de Basauri realiza un llamamiento a esa minoría de personas que actúan de forma incívica o permiten que las personas a su cargo lo hagan «para que reflexionen sobre las consecuencias de sus actos, ya que afectan directamente a sus propios vecinos, degradan los espacios públicos compartidos y suponen un gasto extra que también repercute negativamente en toda la ciudadanía. Por ejemplo, provocar intencionadamente que un ascensor urbano o las rampas mecánicas dejen de funcionar supone un enorme perjuicio para muchas/os de sus vecinos con movilidad reducida”, comentan responsables municipales.