Del 24 al 26 de abril, tres días consecutivos de huelga, son los convocados por la plantilla de Bridgestone de Basauri, mientras estudian nuevas medidas de visibilidad social. De hecho, ya han solicitado permisos para movilizarse hasta el 31 de mayo. El «total inmovilismo de la empresa, su falta de empatía y su técnica de jugar al desgaste con la paciencia y el ánimo de los trabajadores», según confirmaban ayer los sindicatos, son las causas de las próximas medidas.
Lo confirmaron ayer durante la tercera jornada de huelga que habían convocado tras conocer, hace unos días, el despido de 335 compañeros. El desencuentro entre la plantilla, que quiere explorar otros escenarios antes de abordar el ERE, y la empresa, que se mantiene abierta la negociación pero sigue adelante con los despidos es palpable, aunque se han citado para una nueva reunión el 24 de abril con la idea de abordar el plan de recolocación interna, requisito legal en expedientes de regulación de empleo como este.
Además, el 25 de abril, tendrá lugar la asamblea general de los trabajadores para definir nuevas medidas. Los mensajes de la empresa «no ofrece mucha confianza en el futuro», aseguraban.