Más de tres mil personas salieron a manifestarse ayer, 8 de abril, en Basauri para mostrar su rechazo al ERE anunciado por Bridgestone. La marcha salió desde las inmediaciones de la fábrica, en Urbi, para recorrer las principales el municipio hasta la plaza de Arizgoiti. Los sindicatos CC OO, UGT, ELA y los de la empresa, BUB y SITB convocaron tres días de huelga mientras mantienen negociaciones. La primera jornada de paros ha sido calificada como «un éxito» de seguimiento.
La decisión de Bridgestone afecta al 40% de la plantilla, 335 trabajadores, que serán despedidos. La empresa cuenta ahora con 831 trabajadores, pero alega para la medida «costes de producción menores en Polonia que en Bilbao». Las negociaciones con la dirección están abiertas y es importante mandar un mensaje de unidad.
«La planta de Bridgestone, la Firestone de toda la vida, está atravesando por el que posiblemente sea el peor momento de su historia de casi un siglo, al comenzar un proceso de deslocalización», leían tras la manifestación en un comunicado. Los empleados aeguraban, además, que el problema afectará a otros empleos, más allá de los 335 de la planta de Basauri. «El efecto de arrastre también se cebará con las contratas que aquí trabajan, en los trabajadores que prestan diversos servicios a Bridgestone y con el comercio local», añadían. Remarcaron que se trata de una lucha «contra la codicia de unos pocos».
A la protesta acudieron también Eneko Andueza y Teresa Laespada (PSE), Andoni Busquet (PNV) e Iker Casanova (Bildu), además de los alcaldes de Basauri y Galdakao, Asier Iragorri e Iñigo Hernando, y miembros de las corporaciones municipales de ambas localidades. Los días 11 y 15 de abril volverán a realizar paros, a los que se unirán en este caso los operarios de la fábrica de Usansolo.