El Consistorio de Durango ha completado el proceso de consulta pública previo a la elaboración de una ordenanza para regular el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. La consulta se llevó a cabo entre el 4 y el 17 de junio de 2025 a través de la plataforma Partehartu, con el fin de conocer la opinión ciudadana y recoger propuestas que contribuyan a mejorar la convivencia y la seguridad en los espacios públicos.
El equipo de gobierno ha elaborado un borrador de ordenanza que incorpora las aportaciones realizadas por los durangarras durante la consulta pública. Este texto inicial ha sido presentado a los grupos de la oposición para que puedan realizar también sus propuestas y enriquecer el documento.
Tomaron parte 117 personas mediante un cuestionario con preguntas cerradas y abiertas. En cuanto al perfil sociodemográfico, el 56,41 % fueron mujeres (66 personas), el 42,73 % hombres (50 personas) y el 1,70 % otras identidades o sin especificar (1 persona). La distribución por edad fue amplia: un 11,96 % tenía menos de 30 años, un 18,80 % entre 30 y 39, un 25,64 % entre 40 y 49, un 26,49 % entre 50 y 59, un 11,11 % entre 60 y 69, y un 5,98 % tenía 70 años o más. El grupo más representado fue el de 40 a 60 años, con un 52,13 % del total.
El 27,35 % de las personas participantes declaró haber vivido situaciones molestas o peligrosas relacionadas con el consumo de alcohol en la vía pública, frente al 71,79 % que no lo ha experimentado. Entre los problemas más señalados destacan el ruido y la suciedad (presentes en más del 60 % de las respuestas a esta pregunta), las peleas y la sensación de inseguridad (22 %), así como actos de vandalismo o daños materiales, especialmente en vehículos y portales (7 %).
Las zonas más problemáticas identificadas son Santa María y el Casco Viejo (50 % de las respuestas) y la plazoleta “Matute” (trasera de San Francisco), con cerca de un 25 %. También se mencionaron de forma puntual lugares como Barandiaran y Plateruena. Los problemas observados en estos espacios coinciden con los ya mencionados: suciedad, ruidos, peleas y conductas incívicas.
También se recogió la opinión sobre la necesidad de regular esta práctica mediante una ordenanza municipal. El 86,32 % de las personas encuestadas considera necesaria la intervención del Ayuntamiento, frente al 10,25 % que no lo cree conveniente y un 3,41 % que no respondió. Quienes se muestran a favor insisten en establecer normas claras y sanciones para quienes incumplan. Por su parte, quienes rechazan esta medida proponen alternativas centradas en la concienciación, especialmente dirigida a la juventud.
Entre las metas que la ordenanza debería recoger, se destacan cuatro ámbitos prioritarios: una mayor presencia policial y aplicación efectiva de sanciones; campañas educativas enfocadas en los jóvenes; el fomento de la convivencia ciudadana; y la mejora del descanso y la limpieza urbana. Además, se han planteado otras propuestas complementarias como establecer sanciones desde la primera infracción (una de cada cuatro respuestas), aplicar la normativa vigente con mayor rigor, habilitar zonas de ocio para jóvenes en las afueras del municipio (9 %), poner en marcha campañas de sensibilización (6,49 %) y reforzar los servicios urbanos en las zonas afectadas mediante la instalación de baños portátiles y contenedores (3,89 %).
Se han identificado los principales problemas asociados al consumo no regulado de alcohol en la vía pública, entre los que destacan el ruido, la suciedad, las peleas y la falta de civismo. También ha revelado un amplio consenso sobre la necesidad de una regulación municipal específica, apoyada por medidas educativas, preventivas y urbanísticas. Las aportaciones recogidas servirán como base para la elaboración de una ordenanza ajustada a la realidad del municipio y alineada con las demandas expresadas por la ciudadanía.