El 4 de septiembre, los grupos Erabide y Momoak convocaron una concentración para reivindicar nuevamente el fin de la violencia machista y mostrar su apoyo a la víctima de la violación sucedida el pasado 30 de agosto en Galdakao. Muchas vecinas y vecinos, asistieron a la protesta que tuvo lugar en la plaza Santi Brouard. “Volvemos a ser atacadas y por eso nos hemos reunido hoy en esta plaza para expresar nuestra firme condena. Estamos hartas de recibir continuamente noticias de este tipo”, decían en su comunicado.
La agresión tuvo lugar en una vivienda del barrio de Urreta. Al parecer, el presunto agresor, de 19 años, obligó a la víctima a tener relaciones sexuales sin su consentimiento, tras suministrarle alguna droga, según declaró la joven. “Esta agresión se sitúa en lo más alto de la violencia hacia la mujer. Sin embargo, no podemos olvidar que detrás de este tipo de situaciones existen numerosas opresiones invisibles que se dan en el día a día y que son la base y el precedente de estas violencias extremas”, añadían desde los grupos de mujeres.
Asimismo, en la concentración, aseguraron que desde el feminismo “llevamos años denunciando que el perfil habitual de los hombres que atacan es el de los hombres de nuestras cuadrillas, con los que compartimos espacios de militancia, de las parejas y familiares. La causa no es la racialización, sino la masculinidad”. Añadían, además que, “nos reafirmamos en que estos ataques son estructurales. Por lo tanto, tenemos que entenderlo como un conflicto social. Es responsabilidad de todas y todos. Es necesario aunar esfuerzos y organizarnos desde el feminismo. Solo así conseguiremos revolucionar y transformar el sistema que nos oprime”.
Ayuntamiento
Por su parte, el Ayuntamiento de Galdakao, con la unanimidad de todos los grupos políticos, manifestó su “firme rechazo” a la agresión ocurrida en el municipio, así como el “apoyo hacia la víctima y su entorno”.
El Ayuntamiento aplicó el Protocolo, convocando a una reunión de urgencia para recabar toda la información y coordinar la respuesta institucional y la atención a la víctima. “Queremos insistir en que la violencia machista no es el resultado de actos aleatorios e individuales de mala conducta, sino que está profundamente arraigada en las relaciones estructurales de desigualdad entre mujeres y hombres y pone en evidencia, una vez más, la necesidad de seguir trabajando de manera conjunta con el colectivo feminista, agentes sociales, y la ciudadanía en general en favor de la igualdad de mujeres y hombres”.
Por todo ello, se compromete “a seguir impulsando medidas para que las víctimas reciban una atención rápida, coordinada y eficaz, para que se refuercen las actuaciones preventivas y, en definitiva, para garantizar vidas libres de violencia machista”.
